Canalizá La Bestia, por Robert Greene

El narcisismo es un tema interesante...
— “Ah, es un narcisista”.
— “Yo no soy un narcisista. No soy egocéntrico, pero ellos sí”.
— “Sí, sí, yo no tengo ninguno de esos rasgos".
¡Maldita sea! Todos tenemos rasgos egocéntricos. No podés evitarlo: naturalmente, primero pensás en vos. Claro que hay personas que son narcisistas en mayor grado y, sin duda, también hay narcisistas tóxicos, pero todos tenemos un toque de ello.
Quiero que seas un poco más humilde en este mundo y que no te creas tan arrogante como para pensar que, de alguna manera, estás exento de tener un lado oscuro; que naciste con un halo sobre tu cabeza y sos diferente. Que no tenés naturaleza humana, que sos un santo, que sos mucho mejor. Deshacete de tu superioridad moral, porque me resulta profundamente ofensiva. Todos estamos hechos de la misma tela; todos tenemos los mismos defectos.
Y cuando te mirás a vos mismo —y cuando escribí Las leyes de la naturaleza humana— me decía: “¡Maldita sea, Robert, tenés un lado oscuro. Sos un narcisista!”. Tuve que aceptar mi irracionalidad, mi grandiosidad y mis instintos agresivos. Pero la única forma de cambiar es ser consciente de que tenés estos problemas. Yo tengo la tendencia narcisista. Ahora lo reconozco cuando aparece y puedo controlarlo mejor. Puedo decir: “¡Vaya, Robert, estás siendo demasiado egocéntrico; pensá un poco más en la otra persona!”. Pero si andás por la vida pensando “No tengo ninguno de estos problemas. No soy un narcisista”, nunca vas a tener la conciencia para detener el hecho de que, en realidad, lo sos.
Entrevistador: ¿Ser narcisista es objetivamente algo bueno o malo? Porque, obviamente, sé que la gente dice que es algo malo, que los narcisistas causan mucho daño, y eso es muy cierto. Pero, en el contexto del ser humano y de por qué desarrollamos ciertos atributos y cualidades para, ya sabés, favorecer nuestra supervivencia o nuestra capacidad para permanecer dentro del grupo social, ¿es simplemente una consecuencia de ser humano tener estos rasgos oscuros y ser coercitivo y manipulador? ¿Es bueno o malo? ¿O es ni uno ni otro?
No es ni bueno ni malo, simplemente es.
Así que, por ejemplo, con el narcisismo, hay una razón por la que lo somos. Lo explico en el libro —no es mi propia teoría; proviene de grandes psicólogos como Kohut— y trata sobre los orígenes del narcisismo. Cuando sos niño, cuando tus padres tienen que... no abandonarte, pero sí dejar de darte tanta atención como antes, y tenés tres o cuatro años—no lo recordás, pero fue muy doloroso— pensás: “Oh, ya no me quieren tanto. ¿Qué pasa conmigo?” Sentís la necesidad de conseguir ese amor y esa atención. No ocurre de manera natural: sentís que tenés que hacer cosas para ganártelo.
Y lo que le sucede a muchas personas en esa situación durante la infancia es: “Tengo que desenvolverme por mí mismo; tengo que ser mi propia madre o padre. Tengo que encontrar la manera de amarme a mí mismo”. Cuando algo malo ocurre, te retirás hacia tu interior y pensás: “En realidad, no soy tan malo. Soy, de hecho, una persona decente. Me gustan mis propios gustos; me gusta la ropa que uso”, etcétera, etcétera. Estás desarrollando los cimientos de tu autoestima.
Aquellos que nunca desarrollan esa autoestima —porque fueron maltratados, abandonados o incluso sofocados— nunca la tienen. Y lo que sucede en la vida es que, si no la desarrollás y luego envejecés y la gente te ataca, te grita o te critica, no podés retirarte a esa fuente interna de amor y autoestima. Lo único que sabés hacer es enojarte. A eso le llaman ira narcisista, y terminás gritándole a la gente: “¡Dios, alejate de mí; sos malvado!”. Y luego surgen otros problemas, donde la única manera de conseguir que la gente te quiera es siendo increíblemente dramático y exagerado, y siempre haciendo de vos el centro de atención. Así es como se forma un narcisista profundo —es su única manera de conseguir el amor que necesita.
De niños, todos necesitamos ese nivel de autoestima que ancla nuestras vidas. Así que, el narcisismo o el amor propio no son algo malo. Pero lo que sucede es que, a medida que envejecés, si te sumergís demasiado en él, se vuelve un problema. Por eso, lo que te digo es: necesitás tomar ese amor propio —que cumple una función positiva— y volcarlo hacia el exterior tanto como puedas, transformándolo en empatía, amor y consideración por los demás. Más aún, esa es tu tarea a medida que avanzás en la vida.
Esa es mi forma de abordar todos estos defectos: no podés huir de ellos. No podés huir de ellos, ni de tu sombra ni de tu lado oscuro. Podés hacer que trabajen a tu favor. Podés convertirlos en algo positivo, productivo y saludable. Podés convertirte en un narcisista sano —así lo llamo en el libro.
Podés usar tu lado oscuro para fines positivos. Supongamos que tenés mucha ira dentro de vos —yo tenía mucha ira cuando era joven; era un joven muy iracundo—. Canalizá esa energía hacia alguna causa. Tengo muchas causas en las que creo profundamente. Cuando era joven, canalicé esa energía en algo productivo y útil, y la dirigí hacia iniciativas que benefician a la sociedad. Eso es usar tu lado oscuro para fines positivos, porque el lado oscuro de la naturaleza humana posee mucha creatividad y energía. Un artista tiene que tener un lado oscuro. Usás tu lado oscuro porque todas esas emociones intensas, todas las personas que te han despreciado a lo largo de tu vida, te inspiran; crean tu mejor obra.
No huyas de tu sombra.
No huyas de tu narcisismo.
Usalo de forma saludable.
— Robert Greene
Para masticar...
¿Cómo manejás tu lado oscuro?