La elocuencia de Jim Rohn
¡Hola! 👋
Poco después de crear mi cuenta en Instagram y empezar a interactuar en la plataforma, el algoritmo comenzó a recomendarme contenido sobre liderazgo y desarrollo personal. Los videos de un veterano me llamaron la atención por su habilidad para transmitir ideas profundas con un estilo peculiar, casi cómico. Era Jim Rohn, autor, orador y mentor de figuras como Mark R. Hughes y Tony Robbins.
Con pocas palabras, Rohn dice mucho. Aunque apenas raspé la superficie de su trabajo (dejó más de cinco libros como legado), ya fue suficiente para que quiera seguir estudiándolo. Hoy te traigo 5 bocados de Jim Rohn para masticar.
- “Todo es arriesgado. Desde el momento en que naciste, se volvió arriesgado. Si pensás que intentar es arriesgado, esperá a que te llegue la factura por no intentarlo. Si creés que invertir es arriesgado, esperá a ver la cuenta por no invertir. Mirá, todo es arriesgado. Casarse es arriesgado. Tener hijos es arriesgado. Empezar un negocio es arriesgado. Invertir tu dinero es arriesgado. Todo es arriesgado. Te diré cuán arriesgada es la vida: no vas a salir vivo de ella”.
Es fácil percibir el riesgo de actuar, ya sea eligiendo una carrera profesional, emprendiendo un negocio o enfrentando una conversación difícil. El peligro es tan palpable que me afecta, me incomoda y me paraliza. Pareciera que quedarme quieto no tiene costo... al menos a simple vista. Dejarme llevar por la “configuración predeterminada”, esa confortable vagancia mental, parece ser una ganga. Sin embargo, con el paso del tiempo, se revela el verdadero precio que antes no veía. Y rara vez resulta ser una oferta agradable. - “Aceptá consejos pero no órdenes. Informate, pero no dejes que nadie te imponga cómo vivir tu vida. No hagas simplemente lo que te dicen los demás. Escuchá lo que dicen, procesalo, pensalo, reflexioná sobre el tema. Si te genera dudas o te hace pensar, entonces es valioso. Y cuando vayas a actuar, asegurate de que la acción no sea simplemente lo que alguien te sugirió hacer, sino que sea el resultado de tus propias conclusiones”.
Masticar no es gratis. Procesar, pensar y reflexionar toma tiempo. Es menos costoso vivir la vida de otro, replicar su camino y adoptar sus valores. Por supuesto, al igual que con los riesgos, las consecuencias se manifiestan más adelante, cuando los resultados se hacen claros al mirar nuestra vida en retrospectiva. - “Para que las cosas cambien para vos, ¡vos tenés que cambiar! De lo contrario, nada va a cambiar”.
Las cosas podrían cambiar para mí sin que yo haga nada, pero esa es una apuesta muy arriesgada. Por ejemplo, si estoy descontento con mi proyecto actual en el trabajo, podría darse el caso de que el cliente decida pivotear el producto de manera sorpresiva, dándome esa dosis de motivación tan anhelada. O tal vez renuncie ese compañero de equipo que me causa dolores de cabeza todos los días. Pero esperar que algo así suceda, además de ser improbable, es poco predecible, ya que depende de decisiones ajenas. A veces, la mejor opción es cambiar mi forma de ver la situación: ¿Qué oportunidades ocultas hay en ese proyecto? ¿Qué habilidad puedo desarrollar, que no tendría oportunidad de aplicar en otro contexto? ¿Tal vez, el autocontrol frente a un colega frustrante? - “Aprovechá cada oportunidad para practicar tus habilidades de comunicación, así cuando surjan ocasiones importantes, tendrás el don, el estilo, la precisión, la claridad y las emociones para influir en otras personas”.
Esta frase me encantó, ya que invierto bastante tiempo en redactar mensajes cotidianos. Componer un simple mensaje por WhatsApp o Slack a menudo me toma más tiempo de lo usual, porque siempre trato de escribirlo de la mejor manera posible, prestando atención al lenguaje y a la presentación visual del texto. Probablemente sea excesivo en el 80% de los casos, pero prefiero pensar que cada vez que comunico, estoy practicando esa habilidad, y no simplemente enviando un mensaje. - “No es lo que sucede lo que determina la calidad o la cantidad de tu vida. No es lo que sucede. Y la razón es porque lo que sucede, le sucede a casi todos. No hay diferencia. El sol se puso para todos nosotros anoche. Un evento común. Algo que sucede. Y descubrí que las mismas cosas pueden sucederle a dos personas diferentes, una se enriquece y la otra sigue siendo pobre. ¿Por qué pasa eso? Porque lo que cambia todo no es lo que sucede, sino lo que hacés. Así que esa es una frase clave: No es lo que sucede, es lo que hacés”.
La forma en que veo las cosas realmente cambia mi experiencia. Puedo elegir mirar las situaciones desde otro ángulo, buscando lo bueno y las oportunidades que me ofrecen. Pero no es algo que salga naturalmente. Mi tendencia es fijarme en lo negativo, porque así estamos programados. Para ver las cosas de un modo más positivo y útil, necesito esforzarme, encontrar un nuevo enfoque y acostumbrarme a usarlo más seguido.
¡Buen provecho!
Rodri
Para masticar...
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Un compilado de 52 bocados “de la casa”, que ya dejaron masticando a varios de mis seguidores. Diseñados para un mundo que nos tiene siempre ocupados. Podés leerlos de principio a fin, picotear uno cada tanto, o incluso aprovecharlos para ejercitar el hábito de masticar a diario.