La esencia del café [ebook]

En 2016, mi hermana mayor volvió de un viaje a Italia. Recuerdo como si fuera hoy el momento en el que abrió su valija en casa de mis padres. -¿Qué es ese olor?- De regalo, había traído una bolsa de café italiano de Tazza d’oro, la tradicional cafetería romana. Por aquel entonces, el café de especialidad no se había popularizado en Uruguay, por lo que mi experiencia sensorial estaba configurada para los aromas del café instantáneo. Este era diferente, especial, y cada mañana, al levantarme, necesitaba sentir un aroma como ese en mi propio hogar.

WyeWorks no hizo más que avivar ese deseo. Habiendo entrado pocos meses antes de experimentar aquel aroma, ahí me crucé con otras personas que veían en el café algo más que una simple bebida, y que me ayudaron a descubrir métodos como la Aeropress y el placer de disfrutar del café recién molido cada día. La chispa de la curiosidad cafetera se había encendido, y como ya saben quienes me conocen, cuando algo me interesa, me sumerjo de lleno, a veces, incluso, demasiado.

Finalmente, llegó a nuestro país la ola del café de especialidad, justo cuando buscaba profundizar mis conocimientos en la materia. El timing no pudo haber sido mejor. Tener acceso a un café de calidad, recién tostado y de diversos orígenes, era justo lo que precisaba para experimentar en barismo; sin buen café, los métodos y accesorios no servirían de mucho.

El camino ha sido, y sigue siendo, desafiante. A veces, parece una búsqueda interminable para lograr algo inalcanzable: la taza perfecta. Actualizar el equipamiento, comprar nuevos accesorios, adaptar la técnica y ajustar variables, muchas veces para que resulte en un café que no está a la altura de tus expectativas. Y en aprender a lidiar con la decepción encontramos, oculto, el arte de la disciplina. Para el observador, el barismo puede parecer sencillo. Solo mojas café con agua y esperás. ¿Qué hay de interesante en eso? Pero para el aficionado, es mucho más que eso. Es un máster en manejo de frustraciones, en calibrar expectativas y en aprender de errores. Al final, es aprender a autoliderarse.

Me fascina cuando alguien logra transmitir algo complejo de manera sencilla, como Richard Feynman, para mencionar un referente. En parte, es por eso que escribo sobre la buena comunicación. Y yo, ¿podré explicar la esencia de la preparación del café de forma simple y diferente? “La esencia del café” es mi intento, y solamente tú podrás decir si lo he logrado.

¡Disfrutalo!